sábado, 25 de junio de 2016

Fallece el juez Rafael Gonzalez Perez

Con Rafael Gonzalez en Las Matas 2014
Ha fallecido Rafael Gonzalez Perez , juez internacional, uno de los fundadores del Club Timbrado de Madrid y en la actualidad presidente honorífico de la Asociación de Las Rozas las Matas de Madrid .Un gran amante y defensor de nuestro timbrado español. A quien quiera acompañarle en su despedida , va a estar en la sala 5 del Tanatorio de las Rozas situado en la Avenida Nuestra Señora de Retamar número 4 Polígono Europolis Las Rozas Madrid. Descansa en paz, Rafael. 

martes, 7 de junio de 2016

Fotos Reunión CTEM Junio 2016

Aquí os dejo algunas fotos de la reunión de Junio de CTEM, aunque no he podido asistir por la distancia. En esta ocasión se le rindió homenaje a Don Ricardo Rozas, juez y criador destacado.











































Los tres errores más comunes del enjaule al concurso

En primer lugar se debe aclarar que cada fase tiene un objetivo  siendo necesario que el criador tenga el objetivo a perseguir en cada etapa. Los meses en voladera persiguen dos objetivos primordiales: a) la madurez física del ejemplar y b) la formación del ejemplar desde el punto canoro (se eduque  o no). El enjaule tiene como objetivo principal la cristalización de canto si es que no se ha producido previamente en la voladera y como secundario la habituación del canario a su nuevo entorno reducido. La fase de entrenamiento como su nombre lo indica tiene como objetivo el lograr habituar al ejemplar  cantar en diferentes sitios, horas y circunstancias para garantizar que el canario logre demostrar todo su potencial en los quince minutos que se le otorgan para ello.
Primer Error: Sacar o dejar a destiempo al ejemplar de la voladera. Sólo debe sacarse al ejemplar cuando las condiciones estén dadas (http://timbradospanama.blogspot.com/2014/09/consejos-para-un-enjaule-correcto.html). Hacerlo a destiempo causará que los ejemplares recorten su repertorio significativamente.
Segundo Error: Enjaular en un ambiente distinto al de la voladera ya que esto le produce un estrés al ejemplar teniendo como consecuencia el recorte del repertorio o una remuda.  Lo aconsejable es que las jaulas a las que traslademos a los noveles se encuentren preferentemente en la misma habitación y bajo las mismas condiciones ambientales.
Tercer Error: Comenzar el entrenamiento del ejemplar sin que este haya cristalizado su canto, lo que también tiene como impacto la pérdida de repertorio. Solo cuando sabemos que el ejemplar cerró canto debemos empezar el período de entrenamiento. El período mínimo de entrenamiento es de 21 días.

Y quizás como cuarto error podamos citar el exceso de entrenamiento que contrariamente a la lógica debe ser controlado y no exceder un máximo de 3 salidas diarias. Ya éste último “error” será motivo para otra reseña.

miércoles, 1 de junio de 2016

Algunas consideraciones sobre los meses en voladeras







“No hay buen viento para quien no tiene puerto” Séneca           



Más que apropiada la frase de Séneca orientada a la necesidad no solo de tener una dirección y un objetivo en la canaricultura de canto y en especial en la del timbrado donde existen claramente diversas tendencias y metodologías de gestión de las aves. El tiempo en la voladera es esencial para el normal desarrollo de los jóvenes ejemplares no sólo en términos de desarrollo corporal sino también en términos de sus interrelaciones sociales, aspecto que no debe ser menospreciado por el criador. Además, el ave sufre uno de sus procesos más traumáticos desde el punto biológico como lo es la muda. Finalmente, los ejemplares deben pasar entre cuatro y ocho meses alojados en la misma.
Espacio vital
En paralelo a sus continuas luchas y juegos, los jóvenes timbrados deben encontrar tiempo para poder escuchar e imitar (mediante retroalimentación auditiva) al material de educación (bien sea un maestro, un medio digital o ninguno), el criador,  para facilitar el proceso debe evitar el hacinamiento y suministrar espacio suficiente en las perchas de forma tal que el acceso a las mismas no sea motivo de conflicto. Una buena medida de calcular el número de ejemplares por jaula, asumiendo un ancho de 30 centímetros es alojar un pájaro por cada 10 centímetros de jaula, es decir para una voladera de 1 metro x 0.30 metros, alojaremos un total de 10 ejemplares. A muchos les parecerá un desperdicio de espacio pero es una solución idónea si se dispone de espacio ya que garantiza el espacio vital para el normal desarrollo de los noveles.

Paciencia, Paciencia y…….más Paciencia
Apenas nace el mes de Junio, los criadores cada vez pasan más tiempo en sus aviarios, armados de un teléfono móvil,  listos para dejar el registro de los repasos y compartir sus alegrías o potenciales desdichas. Por dentro, el deseo apremiante de que alguno de los ejemplares ejecute uno de los giros complejos incluido en el material de educación, ya se desea que las notas sean emitidas de forma clara y aunque no se sea plenamente consciente hay premura por poder determinar qué han aprendido y como lo han aprendido. Algunos de los criadores son un manojo de nervios con alto sentido de frustración  constantemente exacerbado por la llegada de nuevos videos y audios de sus compañeros de afición. Sienten que la temporada se les ha ido ya y que difícilmente sus ejemplares podrán igualar las peripecias auditivas que los demás envían orgullosamente. Otros se jactan de lo contrario. A todos se les olvida que faltan al menos 4 meses antes de enjaular y uno de los períodos críticos por superar. En ese período todo se puede ir al garete así que la cautela y la modestia deben estar a la orden del día. Como ya se ha indicado, hay dos períodos críticos de aprendizaje el primario que va desde los 30 días hasta los 45 días de vida y el secundario que es el que rodea a la finalización de la muda, donde el nivel de testosterona es una de las variables habilitantes más importantes de la capacidad de aprendizaje y el stress el peor de los enemigos para  la conservación de lo aprendido hasta la cristalización del canto.
Desafortunadamente, es difícil que todos los cruces planeados rindan fruto tal como fueron concebidos y por ende es factible que varios de los noveles hagan patente su incapacidad para ejecutar el repertorio objetivo. Cuando la certeza es completa por parte del criador se hace necesario actuar con premura para evitar la réplica por parte de  otros ejemplares, sobretodo,  pertenecientes al mismo jaulón. Si se dispone de espacio es necesario aislar a estos ejemplares, dejarles tiempo para que evolucionen por un tiempo adicional y entonces poder tomar una decisión final con un mayor grado de certeza.  No desechemos de primera mano a ejemplares si no estamos absolutamente seguros. La distribución del riesgo es también una de las ventajas de alojar un número prudente de ejemplares por voladera, en el peor de los casos el daño queda circunscrito a unos diez ejemplares. No se debe actuar  de forma visceral, se debe usar la razón y sobretodo el oído, si se tienen dudas se debe buscar ayuda de un compañero de afición.

Cebarse con un giro
Cuando el criador lo escuchó la primera vez le latía el corazón aceleradamente, su pecho se infló, henchido de orgullo, se lo quería decir a todos; mira lo que hace este ejemplar, es hijo de tal por cual. Al poco tiempo comenzó a notar que no sólo aquel ejemplar sino muchos de los noveles repetían incesablemente el mismo giro. A la semana, aquel giro que tanto gustaba en un principio es ya motivo de seria preocupación. La proyección a cuatro meses parece ya una pesadilla, el criador se lleva las manos a la cabeza, imaginando lo repetitivo y corto del repertorio de sus ejemplares. ¿Qué error pudo haber cometido? El protocolo a seguir se recomienda como sigue:
1.- Aislamiento del ejemplar (o ejemplares, siempre y cuando no se trate de un problema masivo), es un grupo dentro de una voladera o son todos los que presentan cierta afinidad genética.
2.- Entender la causa raíz, analice el espectrograma. Si se trata de un problema masivo, unas de las posibles causas es el diseño de un giro o conjunto de giros dentro del audio. Contrario a la lógica, el problema no está en el giro aprendido sino en aquellos no aprendidos. Obviamente el canario se decanta por aquellos giros que oye/entiende con mayor facilidad, se debe entender cuál es la diferencia entre el giro repetido y el resto, para arreglar el resto de forma tal que no se le de preferencia al giro repetido. Por último se desaconseja la repetición de giros en el audio ya que puede ser una de las razones por las que se privilegie el aprendizaje del mismo.

3.- De acuerdo a lo extensivo de daño se debe evaluar la posible supresión del giro en cuestión sobre todo si el último período crítico no ha concluido ya que es posible entonces, si se efectúan las correcciones necesarias lograr cambios sustanciales en el repertorio final.